Masacre
Me ha dado el alto un policía en un callejón sin salida. No existía el policía y aun así he parado el coche. Las SS me persiguen dicen que soy judío y en la reconversión del contexto simplemente soy palestino. Me ha dado el alto por llevar bordados colores de una bandera roja, negra, blanca y verde. En este lugar llamado mundo huele a azufre todavía. Ahora doy el alto yo porque me autocensuro porque defender a inocentes es incitar al terrorismo. Por eso imaginé que me daban el alto. Todo este contexto de invasión genocida incrementó mi paranoia, incrementó mi desánimo, incrementó mis fobias. Sufro como si aquel niño fuese mi hermano, como si fuese mi sobrino bajo escombros ocultado. Sufro porque mi clase ha sido bombardeada y ya no somos ni clase porque parece que no existimos. Gobiernos cómplices de asesinatos mientras ponen flores a algunos que reinaron y masacraron, sí, masacraron. La historia se repite y volvemos a los treinta, la historia se repite porque el mundo es u